Nadie, nadie. No duerme nadie.
Cuando laman mis lágrimas las iguanas de Lorca, las acogeré en mi pecho y mamarán de mi sangre el círculo de la vida que en mi llanto muere. Las veneraré con mi cuerpo, les ofreceré mi ser, y en … Continúa leyendo Nadie, nadie. No duerme nadie.